El viernes por la tarde, un sospechoso en un vehículo rompió una barricada frente al Capitolio en Washington, DC, Estados Unidos. En el ataque murieron un agente y el atacante, pero también resultó herido otro agente.
Las afirmaciones del jefe del departamento sobre el ataque
Los detalles los dio el jefe del departamento, Yogananda Pittman, en una rueda de prensa celebrada casi dos horas después de que surgieran las primeras informaciones sobre el ataque.
Durante la declaración, el jefe Pittman identificó al agente como un miembro de su unidad de primera intervención llamado William "Billy" Evans, que era un veterano de 18 años de las fuerzas armadas del país.
Según el Sr. Pittman, el sospechoso no sólo atravesó la barricada norte hacia el capitolio, sino que también blandió un cuchillo. Fue identificado como Noah Green, de 25 años, que también murió tras el ataque, posiblemente porque la policía disparó para detenerlo.
Según el Sr. Pittman, la investigación sobre el ataque sigue en curso. Sin embargo, por el momento se sabe que el atacante actuó solo y que la alerta de peligro inmediato ha sido rebajada en la zona, afirmando las autoridades horas después, el viernes, que la "amenaza externa" ha sido eliminada.
Posibles causas de esta agresión
Para muchos, es un recordatorio de la falta de seguridad y organización en torno al Capitolio, ya que hace varios meses se produjo el primer desastre cuando cientos de personas invadieron el Capitolio para interrumpir importantes anuncios electorales.
El sospechoso Green, según informó Pittman, no era conocido ni tenía antecedentes según el conocimiento de la policía. Una revisión de su actividad reciente en las redes sociales reveló que unas semanas antes, Green había perdido su trabajo y también había informado de que sufría algunas afecciones médicas. Lo más chocante es que Green creía que los agentes federales le dirigían un "control mental".